domingo, 30 de noviembre de 2025

Florinda Chico, la actriz de la alegría


 

Hay rostros que pertenecen al paisaje emocional de un país. Florinda Chico es uno de ellos. Su mirada viva, su gesto generoso y su voz de acento inconfundible forman parte de una memoria compartida, la de una España que aprendió a reírse de sí misma tras décadas de solemnidad y silencio. Su nombre se asocia al humor popular, pero también a una forma de verdad interpretativa: detrás del estallido de carcajadas se adivinaba siempre una ternura esencial, la del pueblo que sobrevive gracias a su ingenio.

En las décadas centrales del siglo XX, cuando el teatro y el cine español buscaban un equilibrio entre la censura, el entretenimiento y la crítica velada, Florinda Chico encarnó la vitalidad femenina en su expresión más cotidiana. Fue la mujer de barrio, la vecina, la criada, la madre sufrida o la amiga parlanchina: tipos reconocibles y entrañables, pero siempre dotados de alma. Su arte residía en elevar esos personajes —a menudo secundarios en el guion— a la categoría de protagonistas morales. Con ella, lo doméstico adquiría relieve, y lo popular se convertía en espejo de una sociedad que cambiaba a la fuerza y a la risa.

La comicidad de Florinda Chico no era sólo un instrumento del espectáculo, sino también una forma de resistencia. En sus gestos hay un pulso de verdad, una mezcla de instinto y oficio que venía de la tradición del teatro de provincias, del sainete y la revista, de ese mundo itinerante donde los actores llevaban el arte en las manos y la vida en los baúles. De ahí venía ella: de la España que conocía el polvo de las carreteras y la humildad de los camerinos improvisados.

Cuando la televisión la hizo definitivamente famosa en los años setenta, el público ya la reconocía como “una de las suyas”. No era una actriz distante ni un ídolo inaccesible: era Florinda, la del desparpajo y la bondad, la que hablaba claro y hacía reír sin malicia. Su popularidad fue profunda, transversal y duradera. Y lo fue porque representaba con verdad a la gente común, a esa España que trabajaba, que se quejaba y que reía para no llorar.

Hoy, revisar su trayectoria es también revisar una parte de la historia cultural de nuestro país: los escenarios de posguerra, el auge de la comedia cinematográfica, la eclosión televisiva y el tránsito hacia una sociedad más abierta. La vida de Florinda Chico, en suma, es una biografía del humor español, pero también una lección sobre la dignidad del oficio y la fuerza de lo cotidiano.


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Florinda Chico fue mucho más que una actriz popular: fue el rostro de la alegría de un país. Desde los escenarios de provincias hasta las cámaras del cine y la televisión, encarnó con ternura y verdad a las mujeres de la vida real —madres, vecinas, amigas, confidentes—, esas que, con su humor y su fortaleza, sostienen el mundo sin reclamar protagonismo. Este libro recorre su vida y su obra con mirada amplia y afectuosa: desde sus primeros pasos en Don Benito hasta su consagración como una de las grandes intérpretes del costumbrismo español. A través de su filmografía, de los testimonios de quienes la conocieron y de un análisis de su arte natural y luminoso, se dibuja el retrato de una mujer que hizo del humor una forma de sabiduría. Florinda Chico pertenece a una generación de actores que, entre la censura y la esperanza, devolvieron al público la risa como consuelo y como espejo. Su legado, humilde y poderoso, sigue vivo en la memoria colectiva: cada vez que su voz suena en una reposición, cada vez que una carcajada limpia atraviesa el tiempo. Este libro —a medio camino entre la biografía, el ensayo y el homenaje— celebra la verdad sencilla de una actriz irrepetible, que supo hacer de la vida cotidiana un acto de arte.


viernes, 21 de noviembre de 2025

18 de diciembre, Antonio Machado en Pamplona

El 18 de diciembre daré una charla sobre Antonio Machado con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

Llevaré también ejemplares de mi libro sobre Machado. 


 


Quienes no puedan asistir, ya saben que lo pueden adquirir en  Amazon.

sábado, 15 de noviembre de 2025

Diego de Almagro en You Tube


 

https://youtu.be/T7tbh1z2Lu8

Este es el enlace de YuoTube donde se puede ver el video sobre el libro.

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En Almagro noticias

 

https://almagronoticias.com/diego-de-almagro-renace-550-anos-despues/

“Una nueva luz sobre Diego de Almagro: el 550 aniversario de su nacimiento inspira un libro que rescata la figura más trágica y olvidada de la conquista del Perú” José Andrés Álvaro Ocáriz publica “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador”, la obra que reivindica la figura del insigne almagreño en el 550 aniversario de su nacimiento

PorAlmagroNoticias

15 de noviembre de 2025




Con motivo del 550 aniversario del nacimiento de Diego de Almagro, una de las figuras esenciales —y, paradójicamente, más oscurecidas— de la conquista del Perú, el escritor José Andrés Álvaro Ocáriz presenta su nueva obra: “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador”. El libro, ya disponible, reivindica la memoria del conquistador manchego y Adelantado de Chile, cuya vida estuvo marcada por una combinación de grandeza, lealtad y tragedia.

Una obra para comprender la otra cara de la conquista

A lo largo de sus páginas, Álvaro Ocáriz reconstruye con rigor y sensibilidad la trayectoria vital de Diego de Almagro, nacido hacia 1475 en la localidad manchega que lleva su nombre. Hijo de una familia humilde, el futuro conquistador encarnó a la perfección el espíritu de los hombres que, sin títulos ni privilegios, vieron en las Indias la posibilidad de forjar un destino distinto.

La obra subraya el papel fundamental que Almagro desempeñó en la empresa conquistadora junto a Francisco Pizarro y Hernando de Luque. Aunque la posteridad haya otorgado a Pizarro un protagonismo indiscutido, el autor recuerda que sin los recursos, el empeño y el compromiso de Almagro, la conquista del Perú podría haber tenido un desenlace muy distinto.

El libro rememora su participación decisiva en los momentos clave de aquella epopeya, su nombramiento como gobernador de Nueva Toledo y su arriesgada —y legendaria— expedición hacia Chile, una de las travesías más duras y desoladoras de la historia de la exploración en América.

La lectura conduce al lector hacia el conflicto inevitable con los Pizarro, las guerras civiles del Perú y la dramática ejecución de Almagro en Cuzco en 1538, un final que lo transformó en símbolo de resistencia y bandera de sus fieles, los llamados “almagristas”.

Lejos de construir un héroe sin fisuras, Álvaro Ocáriz propone una mirada compleja y profundamente humana: la del socio traicionado, la del explorador empujado por la ambición, la del guerrero vencido que, sin embargo, nunca renunció a su dignidad.

Un autor con una sólida trayectoria intelectual

José Andrés Álvaro Ocáriz, natural de San Sebastián, cuenta con una amplia formación académica en el ámbito de la Filología y una larga carrera docente en Aragón, Cataluña, Navarra y País Vasco. Además de haber desempeñado diversas responsabilidades en el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, ha publicado numerosas obras históricas y literarias, participado como jurado en premios de prestigio y ofrecido más de trescientas cincuenta conferencias y recitales poéticos tanto en España como en el extranjero.

Su prolífica producción incluye títulos dedicados a figuras esenciales de la historia, la literatura y la cultura españolas, como El Gran Capitán (2015), Vasco Núñez de Balboa (2019), Pío Baroja, el hombre que vino del mar (2021), Miguel Hernández, la voz truncada (2022), Sandor Petőfi, el poeta que murió por la libertad (2022), Presencia vasca en la Armada española (2023), El exilio navarro en América (2023) o Dionisio Ridruejo, un soriano en el corazón del Estado (2025), entre otros.

Su nuevo libro se integra en esa línea de recuperación histórica rigurosa y divulgativa.

Una obra con vocación solidaria

El proyecto tiene, además, un propósito profundamente humano: los beneficios derivados de la venta del libro se destinarán íntegramente al tratamiento de una niña de cuatro años que padece duplicidad del cromosoma 22, una enfermedad rara asociada a importantes dificultades en el desarrollo y la adquisición del lenguaje. El autor convierte así la memoria de un hombre marcado por la adversidad en un gesto de esperanza y apoyo hacia quienes hoy enfrentan sus propias batallas.

Disponibilidad

El libro “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador” ya está disponible para su adquisición a través de Amazon

sábado, 1 de noviembre de 2025

Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador



 
Este año se cumplen 550 del nacimiento de Diego de Almagro. Por ello, le he dedicado este libro.


La Historia, en su vasto tejido de memorias y silencios, suele privilegiar a unos pocos nombres que se convierten en símbolos de épocas enteras. Así ha ocurrido con la conquista del Perú, donde la figura de Francisco Pizarro ha alcanzado la condición de arquetipo, dejando en penumbra a quienes compartieron con él las fatigas y los triunfos de la empresa. Entre esos hombres, ninguno resulta tan significativo, y al mismo tiempo tan olvidado, como Diego de Almagro, “el Viejo”, cuyo destino estuvo marcado por la grandeza y la desgracia en igual medida.

Diego de Almagro nació hacia 1475 en la localidad manchega del mismo nombre, en el seno de una familia modesta. Esa circunstancia marcaría de algún modo su existencia: la necesidad de abrirse camino sin más apoyo que su esfuerzo, su coraje y su voluntad indomable. Como tantos otros hombres de su tiempo, vio en las Indias una promesa de redención y fortuna. La aventura ultramarina ofrecía a quienes no tenían títulos ni herencias la posibilidad de forjarse un nombre y Almagro se aferró a esa esperanza.

Su camino le condujo pronto a la isla La Española y más tarde a Panamá, donde conoció a Francisco Pizarro y Hernando de Luque. Entre ellos formó la sociedad que aspiraba a la conquista del Perú, un reino del que llegaban rumores de riquezas incalculables. La alianza de estos tres hombres fue el germen de una de las gestas más trascendentales de la expansión española en América. Sin embargo, el pacto estaba destinado a tensiones irreconciliables: diferentes temperamentos, distintas ambiciones y, sobre todo, desigual fortuna, acabarían por resquebrajar la empresa común.

Diego de Almagro aportó a la sociedad algo fundamental: recursos, empeño y un compromiso sin reservas con la aventura. Pizarro era la voluntad inflexible; Luque, el respaldo financiero y eclesiástico; pero Almagro fue el socio necesario que sostuvo la empresa en sus momentos más precarios. El nombre de Almagro figura en los momentos cruciales de aquella epopeya, aunque las crónicas posteriores lo relegaran a un papel secundario.

Sin embargo, su destino no se agotó en el Perú. A él correspondió la gobernación de Nueva Toledo, cuya jurisdicción le empujó hacia el Sur en busca de nuevas tierras. La expedición a Chile constituye uno de los episodios más dramáticos de su vida: meses de penurias, hambre y desolación a través de los desiertos de Atacama y las alturas andinas, para hallar un territorio agreste y esquivo, muy distinto de las promesas de oro que le habían impulsado. La empresa fue un fracaso material, pero un testimonio de resistencia que todavía hoy impresiona.

Cuando regresó a Cuzco, cansado y desengañado, Almagro se encontró en el centro de un conflicto inevitable: la disputa con los Pizarro por la posesión de la capital incaica. Aquella rivalidad, que había germinado en los albores de la conquista, se desató con violencia en las llamadas “Guerras Civiles del Perú”. De socio leal, Almagro pasó a ser enemigo declarado; de conquistador triunfante, se convirtió en prisionero. Y, finalmente, en 1538, tras la derrota en la batalla de las Salinas, fue ejecutado en e Cuzco, en medio de súplicas por la vida que no conmovieron a sus adversarios.

El fin de Diego de Almagro fue trágico, pero no silencioso. Sus partidarios, los “almagristas”, continuaron su causa bajo la figura de su hijo, Diego de Almagro “el Mozo”, prolongando la lucha contra los Pizarro y dejando en la memoria de la época una huella de fidelidad y de rebeldía. Así, su muerte no borró su nombre: lo convirtió en bandera de resistencia, en símbolo de los que no se resignaban a quedar bajo la hegemonía de una sola familia.

¿Por qué recordar hoy a Diego de Almagro? Porque en él se refleja, con crudeza, la otra cara de la conquista: la del hombre que, pese a haber compartido la gloria de los grandes triunfos, acabó en la derrota y el olvido. Su figura nos obliga a mirar la epopeya no sólo como relato de victorias, sino también como drama humano, tejido de alianzas quebradas, pasiones desbordadas y ambiciones desmedidas. Almagro encarna la condición del conquistador sin herencia, del hombre que buscó en las Indias lo que el Viejo Mundo le había negado y que, al final, halló en aquellas tierras no riqueza ni honor duradero, sino soledad y muerte.

Este libro no pretende levantar un monumento sin grietas, ni hacer de Almagro un héroe sin tacha. Pretende, más bien, rescatar su memoria del rincón de las sombras donde suele quedar relegada y ofrecer al lector la posibilidad de contemplar la conquista desde una perspectiva distinta: la del socio traicionado, la del explorador incansable, la del adversario vencido. Porque la historia de América, en toda su complejidad, no puede comprenderse únicamente desde el relato de los vencedores.

Invito al lector a adentrarse en estas páginas con la conciencia de que la vida de Diego de Almagro no es sólo la crónica de un conquistador, sino también la parábola de una época. Una parábola donde el sueño de grandeza y la dureza del destino se entrelazan y donde la búsqueda de gloria se confunde, inevitablemente, con la tragedia.





Se puede adquirir en Amazon

jueves, 30 de octubre de 2025

5 de noviembre en Pamplona


 El cinco de  noviembre a las siete de la tarde presentaré en el Ateneo Navarro el libro que he escrito con motivo del centenario del poeta Jon Mirande.

La conferencia será en euskera.

El libro se puede adquirir en Amazon. También en librerías, donde lo distribuye Elkar.

17 de octubre en Madrid


 El 17 de octubre presentamos este libro en Madrid.

Hacía dos años que no iba a Madrid. Qué caros se han puesto los hoteles.

El libro se puede adquirir en Amazon.

viernes, 26 de septiembre de 2025

El Empecinado en Pío Baroja

 



El nombre de Juan Martín Díez, conocido en la historia como el Empecinado, resuena en la memoria colectiva como uno de los símbolos más firmes de la resistencia popular frente a la invasión napoleónica. Hijo de un humilde campesino de Castrillo de Duero, soldado hecho a fuerza de necesidad y coraje, este hombre de origen modesto se convirtió en leyenda por la obstinación con que combatió al invasor y por la singular coherencia con que defendió sus convicciones, incluso cuando ello lo llevó a la desgracia final. Su figura, áspera y magnética, ha atraído la atención de historiadores, novelistas y ensayistas, que han visto en él no solo al guerrillero indomable, sino al emblema de una España viva y rebelde.

Entre quienes se ocuparon de su memoria, ocupa un lugar singular Pío Baroja. El escritor vasco, miembro destacado de la Generación del 98, no se acercó al Empecinado desde el punto de vista del historiador profesional, sino desde la sensibilidad del narrador y del ensayista que busca, en las vidas pretéritas, reflejos de su propia visión del país. La España que Baroja recorre en sus libros —contradictoria, desgarrada, heroica y a la vez trágica— encuentra en la figura del guerrillero castellano un espejo de sus tensiones y de sus grandezas.

Baroja fue un escritor fascinado por los hombres de acción, por las existencias intensas que condensan en su biografía el pulso de una época. Entre sus páginas aparecen guerrilleros, aventureros, conspiradores, forajidos y caudillos populares, a quienes otorga una dimensión literaria que trasciende lo puramente anecdótico. El Empecinado, con su obstinación y su destino, no podía faltar en ese panteón barojiano. Pero lo interesante no es solo la atención que Baroja le presta, sino la manera en que lo presenta: con una mezcla de admiración, distancia crítica y ese tono sobrio, despojado de retórica, que caracteriza su estilo.

El presente libro, al reunir los textos en que Baroja habla del Empecinado, cumple una doble función. Por un lado, rescata del conjunto de la vasta obra barojiana aquellos fragmentos en que la memoria del guerrillero castellano aparece viva, ya sea en novelas, ensayos o evocaciones históricas. Por otro, invita al lector a contemplar cómo la mirada de un escritor del 98 —escéptico, desengañado, pero sensible a la energía vital— dialoga con un héroe de la Guerra de la Independencia, cargado de romanticismo y de dramatismo.

Esta confluencia no es casual. Baroja, que tantas veces diagnosticó las flaquezas de España, también supo reconocer sus momentos de grandeza, aquellos en que la voluntad popular se alzó contra fuerzas aparentemente invencibles. En el Empecinado vio algo más que a un guerrillero: percibió la encarnación de una tenacidad colectiva, de una dignidad que no se resigna a la derrota. Pero, fiel a su estilo, no lo mitificó ni lo convirtió en estatua marmórea; lo retrató en su condición humana, con sus luces y sombras, como hombre rudo, testarudo y leal, víctima al final de la ingratitud política y de la violencia fratricida.

El lector hallará en estas páginas no un tratado exhaustivo ni una biografía completa, sino un mosaico de voces barojianas que, al referirse al Empecinado, nos revelan tanto del guerrillero como del propio Baroja. Es, en cierto modo, un doble retrato: el del héroe castellano y el del novelista que lo evoca desde su peculiar visión de la historia. Y es también una invitación a volver sobre la figura del Empecinado, a reconocer en él no sólo a un personaje del pasado, sino a un símbolo de la resistencia frente a la injusticia y la opresión, en cualquier tiempo y lugar.

La labor de rescatar y reunir estos textos tiene un valor especial. En una época en que la memoria histórica se fragmenta y se dispersa, disponer de un corpus que muestre la mirada de un gran escritor sobre un héroe nacional ofrece al lector una herramienta de reflexión y de goce literario. Quien se acerque a este volumen podrá no solo aprender algo más sobre el Empecinado, sino también redescubrir la prosa ágil, incisiva y honesta de Baroja, que sigue hablándonos con sorprendente actualidad.

Sea, pues, este libro un puente entre dos nombres ilustres de nuestra historia y de nuestra literatura. Que el ejemplo de Juan Martín Díez, convertido en emblema por su constancia y sacrificio, y la pluma de Pío Baroja, que supo dotar de sentido narrativo a la historia española, se encuentren aquí para el disfrute y la reflexión del lector. Y que, en el diálogo entre ambos, hallemos también un modo de pensar nuestro presente: con la memoria de los que lucharon, con la mirada crítica de los que escribieron, y con la conciencia de que la historia, como la literatura, es siempre una invitación a la libertad.


Se puede adquirir en Amazon. 

jueves, 25 de septiembre de 2025

Claudia Cardinale

 Como homenaje a Claudia Cardinale, incluyo el artículo de Manuel Román que ha aparecido en Libertad Digital:

 



Claudia Cardinale, la leyenda del cine italiano que rechazó a Alain Delon y a Marlon Brando

 Trabajó con los directores y los actores más importantes del momento. Apareció en la portada del álbum de Bob Dylan "Blonde On blonde".

Trabajó con los directores y los actores más importantes del momento. Apareció en la portada del álbum de Bob Dylan "Blonde On blonde".

Tenía una belleza sensual, una anatomía espectacular, y una peculiar voz ronca, razón por la que doblaron sus películas, hasta que llegó Federico Fellini, convirtiéndola en su musa y rompiendo esa costumbre. Claudia Cardinale es una de las ya pocas leyendas del cine italiano (vive afortunadamente Sofía Loren, nonagenaria). Su desaparición acaba de suceder, cuando ya llevaba un decenio alejada de los estudios cinematográficos, en su residencia de París, cumplidos los ochenta y siete años. Con una vida intensa en la pantalla y fuera de ella: era acosada por muchos hombres aunque sólo estuvo enamorada de uno.

Claude Josephine Cardin había nacido el 15 de abril de 1938 en La Goulette, Túnez, de padre siciliano y madre francesa, cuando este país era un protectorado de Francia. Era entonces francesa e italiana. Conforme la adolescente se iba transformando en lo que en España se conoce, coloquialmente, como "una mujer de bandera", llamó la atención del jurado de Miss Túnez 1957, recayendo en Claudia ese galardón.

Un grave incidente la sumió, cuando aún no había cumplido los dieciocho años, en un lamentable estado, tras ser violada por un adulto, desconocido. Siniestro episodio de su vida que jamás pudo olvidar: la marcó para siempre. Porque no sólo sufrió lo indecible con el suceso, sino que nueve meses más tarde tuvo un hijo: no quiso abortar. Lo tuvo en una clínica de Londres. Le impusieron el nombre de Patrizio, aunque también se le conoció como Patrick. A quien ocultó ser su madre cuando ya alcanzó el uso de razón, diciéndole Claudia que era su hermana mayor. Con ese misterio transcurrió mucho tiempo hasta que reveló la verdad, en 1985, coincidiendo con la publicación de su autobiografía: "Yo Claudia, tú Claudia".

Aquel título de belleza conseguido en Túnez a Claudia le sirvió para trasladarse a Roma e iniciar su carrera en el cine, donde competiría, tras sus primeros intrascendentes papeles, como en Rufufú, nada menos que con tres bellezas imponentes: Sofía Loren, Gina Lollobrígida y Virna Lisi.

Quien se convirtió en una especie de Pigmalión fue el productor Franco Cristaldi, que le proporcionó paulatinamente películas hasta llevarla a lo más alto del cinema italiano. En el plano íntimo, se enamoró de Claudia hasta contraer matrimonio en 1966. No tuvo inconveniente Franco en adoptar a Patrick como hijo propio, tras la confesión que le hizo ella de aquella dramática violación del pasado. Al margen de cuanto, insistimos, hizo él por elevarla a diva de la pantalla, acabaron mal nueve años después de su boda, separándose en 1975. Circularon rumores de que fue una decisión de ella, tal vez engañada por alguna infidelidad o por otras razones. El caso es que desde entonces, Cristaldi hizo lo posible por vengarse, denigrarla públicamente, tratando de hundirla para siempre como estrella cinematográfica. Y eso no lo consiguió porque Claudia Cardinale ya había volado muy alto.

La filmografía

La filmografía de Claudia es amplia, superando un centenar de títulos, de los que apuntamos los más sobresalientes, bien por su calidad o por ser taquilleros. Puede que el más relevante fuera El Gattopardo, de 1963, con un reparto encabezado por Burt Lancaster. El galán era Alain Delon, al que ya conocía cuando rodaron Rocco y sus hermanos con el mismo director: Luchino Visconti. Se decía que entre el genio italiano y el guapísimo actor francés existía una relación que sobrepasaba la puramente profesional. Claudia contó lo que sigue:

"Tenían una relación cercana y en cierto modo ambigua, y el director animaba a Alain para que me cortejara, seguro de que caería en sus brazos. Visconti me pidió que le diera un beso en francés, o sea que con la lengua. Y nunca acepté". Fue luego inútil, para complacer a Luchino, tratara de conquistarla, porque ella lo rechazó sin contemplaciones, aunque fingiera desde entonces ser amiga suya. Consciente de que era un símbolo sexual y tras cada día, "al terminar el rodaje, yo contemplaba la fila de mujeres dispuestas a vender su alma por pasar una noche con él".

 

Hubo, por cierto, otros actores afamados que trataron de encamarse con ella. Uno fue Marlon Brando, que estando en Roma en 1967 hizo todo lo posible porque lo acompañara a su "suite", sin lograr tamaño propósito. Mucho más tarde, ella diría estar arrepentida por no haber caído en los brazos del protagonista de El padrino.

"Mastroianni también lo intentó – recordaría Claudia – cuando rodamos Ocho y medio con Fellini, mas nunca caí en esa tentación. ¿Alberto Sordi? Simplemente me divertí muchísimo a su lado cuando nos marchamos a Australia a hacer una película juntos. En verdad, por muchos hombres que me pretendieron sólo hubo uno del que estuve enamorada, el único: el director Pasquale Squitieri". Pero no se casaron y fueron pareja desde 1975, acabado su entonces ya desgraciado matrimonio, hasta 2003. Fueron padres de una niña, Claudia. Que no hubiera enlace entre ellos sin duda fue porque Pasquale ya tenía esposa y tres hijos y por las razones que existieran no llegaron a legalizar su relación.

Prosiguiendo recuerdos de sus mejores filmes, citamos El fabuloso mundo del circo que se rodó en Madrid con un excepcional protagonista: John Wayne. Las escenas tuvieron lugar en el parque del Retiro. Los productores consiguieron permiso de las autoridades para que el estanque fuera totalmente vaciado. Y ya encima fue donde se instaló la zona circense. Aquello acaeció en 1964.

La chica de la maleta fue otra interesante cinta en la que participó Claudia. Y en 1978, cuando su nombre ya iba un tanto desvaneciéndose de los grandes repartos, intervino en Fitzcarraldo, de Werner Herzog. Si no por el éxito, pues la crítica no la consideró en general de su agrado, citamos Las petroleras, otra película que Claudia Cardinale hizo muy gustosa, porque compartió protagonismo con su admirada Brigitte Bardot. La prensa de la época, 1971, jugó con sus iniciales abreviadas, así: B.B enfrentada a C.C. Todo ello porque en una de las secuencias se peleaban con auténtica furia. Las petroleras se filmó en Almería en la mayoría de las secuencias.

En la llamada "Capital española del cine", sobre todo del género western, estuvo Claudia Cardinale en otra ocasión, año 1968, para rodar Hasta que llegó su hora, a las órdenes de Sergio Leone, en el personaje de una prostituta que abandona un hotel supuestamente de Nueva Orleans, acabando como una heroína del matriarcado norteamericano. Allí, en Almería, confesó sentirse muy contenta. Tuvo un simpático y generoso gesto: aceptó presidir una de las mesas petitorias en una jornada a favor de la lucha contra el cáncer.

Si con Brigitte nunca tuvo problemas, aun siendo una conflictiva mujer, sobre todo con los periodistas (doy fe porque estuve con ella y sólo entrecrucé un par de frases, mientras me decía que si no la dejaba en paz se iba de Marbella), en cambio Claudia confesó que Mónica Vitti era casi una enemiga "porque no aceptaba que ninguna otra actriz, como yo, le hiciera sombra".

Hubo una temporada en la que Claudia Cardinale se cansó de trabajar en el cine europeo, donde se la trataba casi siempre como un "sex-symbol" dejando de lado el talento del que ella hizo gala.

En Hollywood no tuvo éxito

Intentó abrirse camino en Hollywood, pero la experiencia no le fue del todo afortunada. Culpa de ello es que no hablaba inglés y si lo intentó no fue suficiente para que en Hollywood la tuvieran en cuenta. Entre las películas que rodó allí estaba una de las secuelas de La pantera rosa, con un siempre elegante y displicente David Niven, quien tras conocerla, la piropeó del siguiente modo": "Después del descubrimiento de los espaguetis, tú eres la mayor invención italiana".

A título anecdótico, la notoriedad de Claudia Cardinale traspasó su profesión de actriz, al aparecer fotografiada en la portada del álbum de Bob Dylan "Blonde On blonde". Al cabo de cierto tiempo, esa imagen se retiró del disco. Imaginamos tras la oportuna acción judicial de un abogado de C.C. Y es que Claudia Cardinale tenía ya ganado un indiscutible prestigio obtenido tras ser dirigida por los más destacados realizadores: aparte del ya citado Fellini y Visconti, Bolognini, Zurlini, Monicelli y tantos otros.

Las últimas películas de C.C. ya fueron en los primeros años del nuevo siglo XXI. Una de ellas, fechada en 2012, por Fernando Trueba, El artista y la modelo. Y otras: La isla del perdón y Todos los caminos conducen a Roma. Ya en ese decenio, retirada por completo de su actividad, la vi en el madrileño Retiro firmando ejemplares de uno de sus libros. Su rostro evidenciaba el inexorable paso del tiempo pero todavía vislumbré el brillo de su mirada y la amplia sonrisa que tantas veces iluminó la pantalla.

Ha muerto en París, donde vivía en los últimos años. Aunque adoraba Roma y tuvo el privilegio de tener una lujosa vivienda en la histórica Vía Appia, prefería residir en la capital francesa donde, aun siendo aún recordada, gozaba de mayor intimidad. Sus dos hijos (Patrick, arquitecto y Claudia dedicada al mundo del cine) estuvieron junto a ella antes de expirar. Cabe añadir que aparte de su legado cinematográfico tuvo una actividad reivindicativa apoyando los derechos de la mujer y de los homosexuales.

domingo, 14 de septiembre de 2025

en el Heraldo de Soria

 

Heraldo de Soria, 14 de septiembre de 2025

https://www.heraldodiariodesoria.es/soria/250914/202767/escritor-vasco-escribe-sobre-soria-sobre-politico-liberal-ejecutado-martir-libertad.html

El escritor vasco que escribe sobre Soria, ahora sobre un político liberal ejecutado: «Fue un mártir de la libertad»

José Andrés Álvaro, tras dedicar un libro a Dionisio Ridruejo, quiere dar a conocer la figura de Santiago Manzanares

José Andrés Álvaro ha escrito un libro sobre la figura de Santiago Manzanares.

Verónica Reglero

 

Tras ‘La flecha que me asignó Cupido’ (2017) y ‘Dionisio Ridruejo, un soriano en el corazón del Estado’ (2025), el profesor José Andrés Álvaro Ocáriz, nacido en San Sebastián, ha publicado un nuevo libro de temática soriana. En este caso, acerca al lector la vida del militar liberal soriano Salvador Manzanares, nacido en Bretún en 1788 y ejecutado en Estepona (Málaga) en 1831. El título de la obra: ‘Santiago Manzanares, mártir de la libertad’.

 

Todo comenzó, explica su autor, «al escribir el libro sobre Dionisio Ridruejo. Hice una excursión por Tierras Altas y caí en Bretún para visitar la Fundación Vicente Marín donde me hablaron de la figura de Salvador Manzanares». A partir de ahí, «empecé a investigar sobre su vida y decidí que había que darlo a conocer» apuntando que «nos olvidamos de figuras importantes que han salido de Soria haciendo un flaco favor a la historia de la provincia».

 

José Andrés Álvaro explica que «además de la documentación de la Fundación Vicente Marín encontré dos asociaciones en Málaga que realizan recreaciones históricas que recuerdan, entre otros episodios, que Manzanares murió allí. Además, era muy amigo del general José María Torrijos».

 

El autor explica que «Salvador Manzanares Fernández fue un militar liberal soriano cuya vida resume los ideales, fracasos y esperanzas del movimiento liberal de la primera mitad del siglo XIX». No en vano, continúa, «nació en pleno reinado de Carlos III, y fue ejecutado en Estepona tras un intento desesperado de insurrección contra el absolutismo de Fernando VII» por lo que, en su opinión, «Manzanares representa la figura del héroe trágico cuya fidelidad a unos principios le condujo a la muerte».

 

Con esta obra, asevera, «me gustaría rescatar del olvido la figura de Salvador Manzanares, reconstruyendo su trayectoria vital e ideológica». El objetivo, apostilla, «es realizar una aproximación biográfica, histórica y crítica, que pretende situar al personaje dentro del complejo entramado político de su tiempo, pero también poner de relieve la dimensión simbólica de su acción: la resistencia liberal como acto de fe en la libertad frente al autoritarismo institucionalizado».

 

Y es que Manzanares «fue contemporáneo de acontecimientos decisivos como la Guerra de la Independencia Española (1808-1814), el Trienio Liberal (1820-1823) y la posterior década absolutista, dominada por la represión, el exilio y las conspiraciones». Y fue más allá ya que, según hace hincapié Álvaro, «en cada uno de estos escenarios, Manzanares no fue un mero espectador, sino un actor comprometido que sufrió prisión, exilio y finalmente la muerte».

 

La obra se estructura en siete capítulos, que abordan cronológicamente las etapas principales de su vida: su juventud; su participación en la Guerra de la Independencia y su cautiverio en Francia; el exilio forzado por su vinculación con la masonería; su participación en el Trienio Liberal; la represión absolutista y su huida a Gibraltar; los preparativos y ejecución del intento insurreccional de 1831 y, por último, su legado y memoria.

 

Desde una perspectiva histórica, «Salvador Manzanares representa la complejidad y las contradicciones del liberalismo español en su primera etapa. No fue una figura central en la política nacional ni alcanzó notoriedad en los círculos de poder, pero su relevancia radica en encarnar la lucha provincial contra el absolutismo».

 

Manzanares «no sólo combatió en el campo de batalla, sino que supo integrar la acción directa con la construcción de redes políticas clandestinas convirtiéndolo en un ejemplo del liberalismo insurgente, que supo aprovechar tanto las armas como las ideas para desafiar a un sistema político opresivo», concluye el autor.

 

jueves, 4 de septiembre de 2025

Salvador Manzanares en la prensa soriana


 

https://elmirondesoria.es/provincia/noticias/un-libro-rescata-la-figura-del-militar-liberal-soriano-salvador-manzanares

El Mirón de Soria, 2 de septiembre de 2025

Un libro rescata la figura del militar liberal soriano Salvador Manzanares


Desde Soria, 2 de septiembre de 2025

 

https://www.desdesoria.es/articulo/noticias/jose-andres-alvaro-ocariz-aborda-vida-militar-liberal-soriano-salvador-manzanares-ultimo-libro/20250902101238873083.html

 

José Andrés Álvaro Ocáriz aborda la vida del militar liberal soriano Salvador Manzanares en su último libro

Se trata de una aproximación biográfica, histórica y crítica, que pretende situar al personaje dentro del complejo entramado político de su tiempo, pero también poner de relieve la dimensión simbólica de su acción

miércoles, 3 de septiembre de 2025

En Palma de Mallorca

Con motivo del Día de la Independencia de Ucrania, tuve el placer de ser invitado por el Consulado honorario de Ucrania en Palma de Mallorca para hablar de los libros que he escrito sobre Taras Shevchenko y Lesya Ukrainka.

Muchas gracias por las atenciones que tuvieren conmigo.


 



Si alguna asociación ucraniana desea programar alguna de las actividades que tengo preparadas, ya sabe que me tienen a  su entera disposición.

Si alguien desea adquirir ejemplares de mis libros de temática ucraniana, lo puede hacer a través de Amazon.











domingo, 31 de agosto de 2025

Más sobre Manzanares


 

Otro artículo sobre Salvador Manzanares

 




Bretún recupera la figura de Salvador Manzanares, héroe de la Guerra de la Independencia y ministro de Gobernación.

 

La Fundación Vicente Marín trabaja en dar a conocer a este soriano, nacido en Bretún en 1788 y cuyo nombre figuró en las Cortes de Madrid junto con otros personajes ilustres de la contienda que libró a España de la invasión francesa.

Salvador Manzanares Fernández, nacido en Bretún el 18 de enero de 1788, fue ministro de Gobernación (equivalente al de Interior) del Reino de España en 1823. Hijo del médico Francisco de Sales Manzanares, destinado a Bretún, y de Águeda Fernández de la Magdalena, ingresó en la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares en 1805.

Tras la ocupación francesa de 1808, se dirigió con su unidad a la zona libre de Valencia, desde donde organizó la resistencia frente al ocupante. Incorporado al ejército del general Castaños, se enfrentó a los franceses en la localidad navarra de Tudela, donde fue hecho prisionero y deportado a Francia. En 1812 logró huir de su cautiverio y regresó a la Península, donde desarrolló una activa labor en la definitiva expulsión de las tropas francesas.

La vuelta al trono de Fernando VII supuso que fuese perseguido en España por sus ideas liberales y que tuviera que huir al país galo. Tras el triunfo del pronunciamiento liberal de Riego, en 1820, regresó del exilio y proclamó en Pamplona la Constitución liberal de Cádiz junto a Espoz y Mina.

Durante el llamado Trieno Liberal fue tesorero del Ejército de Cataluña y editor del periódico 'El Indicador Catalán'. También fue jefe político de Valencia y presidente de la Real Sociedad Económica de Amigos del País Valenciano. En 1823, en plena invasión francesa de los Cien Mil Hijos de San Luis, que tenía como objeto restaurar la monarquía absolutista en España, Manzanares fue nombrado por el Gobierno liberal legítimo ministro de Gobernación (Interior), cargo que ocupó hasta la rendición del Gobierno liberal, sitiado en Cádiz.

Gibraltar

Desde Gibraltar, donde se había refugiado, Manzanares viajó a Inglaterra, donde vivió como exiliado hasta 1829, cuando que regresó al peñón para colaborar con el general Torrijos en la restauración del liberalismo en España. En febrero de 1831 entró Manzanares en España al frente de un puñado de hombres. Hostigado por fuerzas gubernamentales, el 7 de marzo cayó en una emboscada y murió de un disparo, en las proximidades de Estepona (Málaga). Los restos mortales de Manzanares y de sus compañeros de armas reposan en el cementerio de la localidad andaluza.

Tras la muerte de Fernando VII, el nombre de Manzanares fue colocado en un lugar de honor del hemiciclo de las Cortes, junto a Torrijos, Mariana Pineda y Espoz y Mina. La malagueña asociación 'Manzanares -Estepona 1831' conmemora anualmente la figura del bretunense con una recreación histórica de su muerte violenta.

Fundación Vicente Marín

Actualmente, gracias a la mediación de la Fundación Vicente Marín, Bretún estará asociado a partir de ahora a estas celebraciones, así como a la reivindicación de la figura de este importante personaje histórico originario de Tierras Altas.

Fruto de las investigaciones llevadas a cabo por el historiador Ramón Jiménez Fraile, ha podido identificarse en Bretún el lugar de nacimiento de Manzanares, en uno de cuyos muros fue hallado una pistola de la época.

La intención de la Fundación Vicente Marín es dar a conocer a partir de ahora la figura de Salvador de Manzanares, un personaje soriano de trascendencia histórica, injustamente olvidado.