sábado, 30 de septiembre de 2023

6 de octubre, San Isidro en Alcobendas

 



El seis de octubre a las siete de la tarde, en la Casa de Castilla y León de Alcobendas, daré una conferencia sobre San Isidro.

viernes, 8 de septiembre de 2023

Las mejores poesías de la literatura española (en mi opinión, claro está) Francisco de Quevedo

 Hoy, aniversario del fallecimiento del genial Francisco de Quevedo voy a dedicarle esta entrada. En

  https://dariomadrid.com/francisco-de-quevedo-todos-los-que-parecen-estupidos-lo-son-y-ademas-tambien-lo-son-la-mitad-de-los-que-no-lo-parecen/?s=09

hablan de su vida:

Francisco de Quevedo: «Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen»

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Hace 376 años falleció en Villanueva de los Infantes, D. Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos, enemigo acérrimo de Góngora, ese «hombre a una nariz pegado, un reloj de sol mal encarado, un elefante boca arriba, un hombre de un narcisismo infinito».

Francisco de Quevedo, autor de la frase «todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen”, fue bautizado en la iglesia de San Ginés, en la calle Arenal, muy cerca de la Puerta del Sol de Madrid.

Nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580. Provenía de una familia de hidalgos nacidos en las montañas de Cantabria que trabajaban en la Corte. Su padre fue secretario de la hermana del rey, María de Austria y con posterioridad de la cuarta esposa de Felipe II, Ana de Austria.


El joven Quevedo estudió en el Colegio Imperial de los Jesuitas de Madrid, actual Instituto de San Isidro. También curso estudios en la Universidades de Alcalá de Henares y en la de Valladolid donde empezó a ser conocido como gran poeta y comenzó su rivalidad con Góngora.


Tendía a tirar de la espada con frecuencia. De hecho en la calle Mayor de Madrid asestó una cuchillada en el brazo a un capitán llamado Rodríguez y en la plaza de San Martín envió a criar malvas a un sujeto que importunaba a una dama.


Inició una relación con el duque de Osuna en el año 1606 mientras cursaba estudios de teología. Acabó siendo su amigo, consejero y secretario. En 1613 acompañó al duque a Sicilia cuando fue nombrado virrey viéndose envuelto en numerosas intrigas y alguna que otra conjura.


La afilada pluma de Francisco de Quevedo se enfrentó en muchas ocasiones al poder. De hecho acusó al Conde Duque de Olivares de proporcionar al rey placer para distraer al monarca y poder manejar el reino a su antojo. 

La Plaza de la Villa desde la calle del Codo. Aquí tenía la costumbre de orinar Quevedo tras de sus juergas. Los vecinos molestos le colocaron una cruz con un cartel en que se podía leer: «No se mea donde hay una cruz». D. Francisco contestó: «No se coloca una cruz donde se mea».


Sus pendencias y enfrentamientos con el poder le llevaron a visitar los calabozos. «Visitó» alguna vez la Cárcel de la Corte de Madrid, el edificio donde actualmente se encuentra actualmente el Ministerio de Asuntos Exteriores que fue construido por orden de Felipe IV en 1629.


Quevedo también estuvo preso en una celda del Convento de San Marcos de León cuando contaba con 61 años de edad. Estuvo más de tres años allí encerrado a causa de una denuncia por traición y sus relaciones con la diplomacia francesa. Salió de la prisión muy mermado de salud.


Francisco de Quevedo falleció el 8 de septiembre de 1645 en el convento de los dominicos de Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real, Aún se conserva la celda en que falleció.



Y estos son algunos de sus poemas:


A Lope de Vega

 

Las fuerzas, Peregrino celebrado,
afrentará del tiempo y del olvido
el libro que, por tuyo, ha merecido
ser del uno y del otro respetado.

Con lazos de oro y yedra acompañado,
el laurel con tu frente está corrido
de ver que tus escritos han podido
hacer cortos los premios que te ha dado.

La envidia su verdugo y su tormento
hace del nombre que cantando cobras,
y con tu gloria su martirio crece.

Mas yo disculpo tal atrevimiento,
si con lo que ella muerde de tus obras
la boca, lengua y dientes enriquece.

 

 

A un hombre de gran nariz

 

Érase un hombre a una nariz pegado,
Érase una nariz superlativa,
Érase una alquitara medio viva,
Érase un peje espada mal barbado;

Era un reloj de sol mal encarado.
Érase un elefante boca arriba,
Érase una nariz sayón y escriba,
Un Ovidio Nasón mal narigado.

Érase el espolón de una galera,
Érase una pirámide de Egito,
Los doce tribus de narices era;

Érase un naricísimo infinito,
Frisón archinariz, caratulera,
Sabañón garrafal morado y frito.

 

 

Amor constante más allá de la muerte

 

Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora, a su afán ansioso lisonjera;

Mas no de esotra parte en la ribera
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
Venas, que humor a tanto fuego han dado,
Médulas, que han gloriosamente ardido,

Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado.

 

Definición del amor

 

Es hielo abrasador, es fuego helado,
es herida que duele y no se siente,
es un soñado bien, un mal presente,
es un breve descanso muy cansado.


Es un descuido que nos da cuidado,
un cobarde con nombre de valiente,
un andar solitario entre la gente,
un amar solamente ser amado.


Es una libertad encarcelada,
que dura hasta el postrero paroxismo;
enfermedad que crece si es curada.


Éste es el niño Amor, éste es su abismo.
¿Mirad cuál amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo!

 

Poderoso caballero

 

Madre, yo al oro me humillo,
él es mi amante y mi amado,
pues de puro enamorado
anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Nace en las Indias honrado,
donde el mundo le acompaña;
viene a morir en España,
y es en Génova enterrado.
Y pues quien le trae al lado
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Son sus padres principales,
y es de nobles descendiente,
porque en las venas de Oriente
todas las sangres son Reales.
y pues es quien hace iguales
al rico y al pordiosero,
poderoso caballero
es don Dinero.

¿A quién no le maravilla
ver en su gloria, sin tasa,
que es lo más ruin de su casa
doña Blanca de Castilla?
Mas pues que su fuerza humilla
al cobarde y al guerrero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que aun con estar hecho cuartos
no pierde su calidad.
Pero pues da autoridad
al gañán y al jornalero,
poderoso caballero
es don Dinero.

Más valen en cualquier tierra
(Mirad si es harto sagaz)
sus escudos en la paz
que rodelas en la guerra.
Pues al natural destierra
y hace propio al forastero,
poderoso caballero
es don Dinero.

 

Soneto amoroso

A fugitivas sombras doy abrazos;
en los sueños se cansa el alma mía;
paso luchando a solas noche y día
con un trasgo que traigo entre mis brazos.

Cuando le quiero más ceñir con lazos,
y viendo mi sudor, se me desvía,
vuelvo con nueva fuerza a mi porfía,
y temas con amor me hacen pedazos.

Voyme a vengar en una imagen vana
que no se aparta de los ojos míos;
búrlame, y de burlarme corre ufana.

Empiézola a seguir, fáltanme bríos;
y como de alcanzarla tengo gana,
hago correr tras ella el llanto en ríos.

 

EPÍSTOLA SATÍRICA Y CENSORIA CONTRA LAS COSTUMBRES PRESENTES DE LOS CASTELLANOS, ESCRITA A DON GASPAR DE GUZMÁN, CONDE DE OLIVARES, EN SU VALIMIENTO (fragmento)

 

No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.

En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.

Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.

 

SONETO A LUIS DE GÓNGORA

Yo te untaré mis obras con tocino
porque no me las muerdas, Gongorilla,
perro de los ingenios de Castilla,
docto en pullas, cual mozo de camino;

apenas hombre, sacerdote indino,
que aprendiste sin cristus la cartilla;
chocarrero de Córdoba y Sevilla,
y en la Corte bufón a lo divino.

¿Por qué censuras tú la lengua griega
siendo sólo rabí de la judía,
cosa que tu nariz aun no lo niega?

No escribas versos más, por vida mía;
aunque aquesto de escribas se te pega,
por tener de sayón la rebeldía.

 

Represéntase la brevedad de lo que se vive
y cuán nada parece lo que se vivió

“¡Ah de la vida!”… ¿Nadie me responde?
¡Aquí de los antaños que he vivido!
La Fortuna mis tiempos ha mordido;
las Horas mi locura las esconde.

¡Que sin poder saber cómo ni adónde
la salud y la edad se hayan huído!
Falta la vida, asiste lo vivido,
y no hay calamidad que no me ronde.

Ayer se fue; mañana no ha llegado;
hoy se está yendo sin parar un punto:
soy un fue, y un será, y un es cansado.

En el hoy y mañana y ayer, junto
pañales y mortaja, y he quedado
presentes sucesiones de difunto.

 

A una rosa

Ayer naciste, y morirás mañana.
Para tan breve ser, ¿quién te dio vida?
¿Para vivir tan poco estás lucida,
y para no ser nada estás lozana?

Si te engañó su hermosura vana,
bien presto la verás desvanecida,
porque en tu hermosura está escondida
la ocasión de morir muerte temprana.

Cuando te corte la robusta mano,
ley de la agricultura permitida,
grosero aliento acabará tu suerte.

No salgas, que te aguarda algún tirano;
dilata tu nacer para tu vida,
que anticipas tu ser para tu muerte.

 

Contra Don Luis de Góngora

Este cíclope, no siciliano,
del microcosmo sí, orbe postrero;
esta antípoda faz, cuyo hemisferio
zona divide en término italiano;

este círculo vivo en todo plano;
este que, siendo solamente cero,
le multiplica y parte por entero
todo buen abaquista veneciano;

el minoculo sí, mas ciego vulto;
el resquicio barbado de melenas;
esta cima del vicio y del insulto;

éste, en quien hoy los pedos son sirenas,
éste es el culo, en Góngora y en culto,
que un bujarrón le conociera apenas.


miércoles, 6 de septiembre de 2023

28 de septiembre en Pamplona


 

El 28 de septiembre a las siete de la tarde en el Civivox Milagrosa hablaremos sobre el Holodomor

28 de septiembre en Pamplona


 El 28 de septiembre a las seis de la tarde en el Civivox Milagrosa hablaremos sobre el exilio navarro en América