domingo, 25 de abril de 2021

Ernestina de Champourcin en Pamplona


 
Para conocer más sobre la vida y obra de esta autora, recomendamos el libro




Si alguien desea adquirirlo, lo puede hacer en Amazon, tanto en formato e-book como en formato de libro de toda la vida. 

Si lo prefiere, puede ir a su librería habitual, indicar el título, el nombre el autor y que lo distribuye ELKAR.

También, on line en la web de la distribuidora:

https://www.elkar.eus/es/liburu_fitxa/cuatro-escritoras-cuatro-miradas-de-mujer-rosalia-de-castro-carolina-coronado-ernestina-de-champourcin-corin-tellado/alvaro-ocariz-jose-andres/9781704689593



domingo, 18 de abril de 2021

En la Enciclopedia Auñamendi




 Es un honor para un modesto autor como yo aparecer en una enciclopedia como la Enciclopedia Auñamendi.

En este enlace se puede encontrar lo que han escrito sobre mí:


https://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/es/alvaro-ocariz-jose-andres/ar-157153/


Y esto es lo que dicen:


José Andrés Alvaro Ocáriz es educador, escritor y divulgador cultural nacido en San Sebastián el 25 de julio de 1962.

Licenciado en Filología Hispánica y con estudios de Magisterio en la especialidad de Filología Francesa, durante veinticinco años ha impartido en diversos colegios e institutos de Aragón, Cataluña, Navarra y País Vasco. Desempeñó responsabilidades en el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra y formó parte del Consejo Navarro del Euskera.

Creador del sello editorial Desiréediciones y director de la Asociación Cultural Literatura y Sociedad, es autor de diecinueve libros: Celaya, esencial (2011); Antonio Tovar, el filólogo que encontró el idioma de la paz (2012); Luis Mariano, cien años, cent ans (2014); El Gran Capitán (2015); Sebastián Iradier. Si a tu ventana llega una paloma (2016); El Madrid de Blas de Otero (2016); La flecha que me asignó Cupido (2017); Los relatos navarros de Francisco Navarro Villoslada (2018); una edición crítica de Trafalgar (2018); Yo, el conde de Aranda (2019); Vasco Núñez de Balboa, el español que descubrió un océano (2019); Tarás Shevchenko, la voz de la Ucrania libre (2019); Cuatro escritoras, cuatro miradas de mujer (2020); Churruca. Elogio histórico (2020)); La cereza de Milagro en la gastronomía (2020); Lesya Ukrainka, el alma de Ucrania (2020); Diego de León, conde de Belascoain: el último romántico (2021); Ramón de Campoamor, poeta y político (2021); Carlos, príncipe de Viana (2021)

Ha ofrecido hasta la fecha unas doscientas cincuenta conferencias y recitales poéticos tanto a nivel nacional como internacional. Asimismo, ha participado como jurado en premios literarios y colaborado como articulista en medios de comunicación y revistas.

Estos son los libros que se mencionan en dicho artículo:


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(En Amazon y en librerías, lo distribuyen Elkar y Santos Ochoa)


(En librerías; lo distribuyen Elkar y Santos Ochoa)


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miércoles, 14 de abril de 2021

Exposición sobre el Holodomor en Tudela


 El tres de mayo a las seis y media de la tarde inauguraremos en Tudela una exposición sobre el Holodomor. 

La exposición podrá visitarse hasta el uno de junio.

Posteriormente la realizaremos en Pamplona. 

martes, 6 de abril de 2021

Diego de León, en EL DIARIO VASCO, 5 de abril de 2021

 






ELDIARIO VASCO  05.04.21

 

Diego de León, el Zumalacárregui de las tropas isabelinas

Héroe romántico. El escritor donostiarra José Andrés Álvaro Ocáriz recupera en su último libro la figura del general liberal que acosó a los carlistas y murió fusilado a los 34 años.

BORJA OLAIZOLA

 

No tembléis, disparad al corazón», ordenó el general Diego de León a los soldados que estaban a punto de fusilarle. Corría el otoño de 1841 y el militar acababa de participar en el fracasado asalto al Palacio Real que formaba parte del plan de O’Donnell para desalojar del poder a Espartero. A diferencia de otros compañeros de la fallida asonada, había renunciado a un cómodo exilio en el extranjero y había asumido su destino con todas las consecuencias. «Es esa impronta de héroe romántico, de figura que es capaz de dar la vida por la defensa de sus ideas, lo que me atrajo de él», explica el donostiarra José Andrés Álvaro Ocáriz, que ha dedicado su último libro al general fusilado hace ahora 180 años.

Diego de León solo tenía 34 años cuando se plantó ante el pelotón de fusilamiento, pero lucía una hoja de servicios que hubiese envidiado el más curtido veterano. «Tuvo un papel destacado en las guerras carlistas y gracias a su arrojo muchas batallas se inclinaron a favor de los liberales. Así como Tomás de Zumalacárregui fue el héroe de las filas carlistas, Diego de León lo fue de las tropas isabelinas. La diferencia –continúa el escritor donostiarra– es que sobre Zumalacárregui se ha escrito y hablado hasta la saciedad mientras que de Diego de León apenas han llegado noticias hasta nuestros días».

Descendiente de una familia noble cordobesa, ingresó muy joven en la caballería, donde ascendió en el escalafón de forma fulgurante gracias a la influencia de su padre, un hombre próximo a la Corte, y a su indudable talento con las armas. El estallido de la Primera Guerra Carlista le sorprendió como comandante de escuadrón del Regimiento de Lanceros de la Guardia Real. Movilizado al frente del norte, no tardó en destacar en las escaramuzas con las tropas de los seguidores de Carlos María Isidro de Borbón en diferentes puntos de Navarra. Para la efeméride militar quedó su actuación en Los Arcos, donde al mando de un escuadrón de 72 jinetes se enfrentó a una columna carlista de 14 batallones y 500 caballos.

Sus intervenciones, mezcla de intuición táctica, temeridad y fortuna, le valieron pronto el apodo de ‘primera lanza del reino’ y su nombre empezó ser pronunciado con respeto y temor entre sus enemigos. Su prestigio creció aún más tras las batallas de Mendigorria y Arlaban y no tardó en recibir el mando del Regimiento de Húsares de la Princesa. La unidad se convirtió en la pesadilla de las columnas carlistas que, comandadas por el general Gómez, recorrieron buena parte de la península desde junio de 1836.

Acceso a Pamplona

Recompensado por su arrojo con las condecoraciones de mayor rango, la acción de guerra que le consagró de forma definitiva fue la toma por dos veces del puente de Belascoain, un punto estratégico en la ruta de acceso a Pamplona. Convertido ya en conde de Belascoain y en virrey de Navarra, la llegada de Espartero a la regencia como consecuencia de la revolución de septiembre de 1840, que obligó a María Cristina a partir al exilio para evitar otra guerra civil, le situó en una difícil posición. Su lealtad a la reina regente le llevó a sumarse al plan urdido por Narváez y O’Donnell para desalojar a Espartero. A De León le correspondió una difícil papeleta: tomar el Palacio Real. La tentativa resultó un fracaso y el general fue apresado por un escuadrón de húsares. Uno de ellos, que había sido su ayudante en el campo de batalla, le ofreció huir a Portugal, posibilidad que rechazó a sabiendas de lo que le esperaba.

Recluido en un cuartel, la ‘primera lanza del reino’ fue juzgado por un consejo de guerra y condenado a muerte sin que las súplicas dirigidas a Espartero para que conmutase la pena surtiesen efecto. El fusilamiento se consumó en la Puerta de Toledo apenas ocho días después del asalto al Palacio Real. El propio general, que compareció vestido con uniforme de gala, dio la orden de disparar al pelotón en una escena que tuvo un amplio eco en los periódicos de la época y que contribuyó a revestir su figura de una aureola épica.

Sintaxis enrevesada

«El siglo XIX es apasionante y hay una serie de personajes realmente interesantes de los que hoy en día no se sabe demasiado», reflexiona el escritor donostiarra, que ha dedicado muchas de sus anteriores obras a figuras históricas. «Todos conocemos, por ejemplo, al general Tomás de Zumalacárregui, pero de su hermano mayor, Miguel, que tuvo un destacado papel histórico como político y diputado liberal en las Cortes de Cádiz, se ignora casi todo».

El autor se ha basado en un texto anónimo del XIX que recogía la biografía del general isabelino y lo ha adaptado al lenguaje actual. «Los prosistas de ese siglo tenían una sintaxis muy enmarañada que hoy en día se hace difícil de leer. El relato más popular sobre Diego de León lo escribió Nicomedes Pérez García, pero yo me he inclinado por un escrito que tiene una prosa menos enrevesada y la he adaptado al lenguaje de ahora para que se pueda leer con fluidez».

El autor donostiarra también ha incluido en la obra dos piezas de escritores que se hicieron eco de la epopeya del general. La primera, firmada por Pío Baroja, recoge las peripecias de la columna del general Gómez y el acoso que sufre por parte de los húsares encabezados por De León. «Se diría que Baroja se adelanta en ese relato al que haría décadas más tarde Camilo José Cela en ‘Viaje a la Alcarria’». apunta Álvaro. El segundo texto es obra de Benito Pérez Galdós y se detiene en la batalla de Villarrobledo, localidad albaceteña que fue testigo de un enfrentamiento entre los dos bandos que se saldó con un triunfo isabelino en el que el papel de De León fue determinante.

Un retrato del general Diego de León realizado por el pintor Augusto Ferrer-Dalmau ilustra la portada del libro. La obra de este especialista en batallas históricas muestra al militar a lomos de su caballo en plena carga y con el sable desplegado. Se trata de una pintura realizada para la colección de arte de la Real Gran Peña, una sociedad madrileña, que el artista ha cedido de forma desinteresada al escritor donostiarra. Los beneficios de la publicación irán a parar al proyecto Libro Solidario, que facilita libros para centros de estudios de países latinoamericanos.

Prólogo a cargo de un descendiente del general

El prólogo del libro sobre Diego de León es obra de un descendiente del general, Hipólito Sanchiz Álvarez de Toledo, V Conde de Belascoain, que es doctor en Historia Antigua. Nieto del tataranieto del primer conde, Sanchiz admite que la sombra de su antepasado ha perseguido a su familia acompañada siempre de dos convicciones: que «tuvo una muerte injusta y que se enfrentó a ella de una manera heroica». «Este sentimiento de injusticia –continúa– ha quedado muy marcado en nosotros; injusticia, pero ya sin odio hacia los que le fusilaron, porque no hay nada más patético que sacar del armario, desempolvar y reciclar viejas rencillas para arrojárselas al vecino como arma». El libro incluye también un artículo sobre el proceso que se llevó a cabo contra Diego de León, además de medio centenar de notas a pie de página y una veintena de fotografías, grabados y dibujos que ayudan a contextualizar y comprender lo sucedido.



Ya sabéis que si deseáis adquirir un ejemplar, podéis ir a vuestra librería habitual, indicar el título, el nombre del autor y que lo distribuye ELKAR. Se puede adquirir on line en la web de ELKAR.

También se puede adquirir en AMAZON, tanto en formato e-book como en formato libro de toda la vida.