domingo, 12 de abril de 2020

Wuhan en la poesía española


 En mi libro EL MADRID DE BLAS DE OTERO, recojo este poema que Otero dedicó a la ciudad en la que se encuentra el laboratorio donde se ha creado el virus que está asolando el mundo. 


El trabajo de poeta

Aquí, en la República Popular China,
aprendes a labrar una palabra,
abierta de par en par    
para todos los hombres.

He aquí el alto horno de Wuhán,
donde muchachos llameantes te muestran,
sin palabras, tu tarea.

¡Ah tarde donde el cielo se desploma,
deshilachado por un hacha roja!
Ancho como el Yangtsé,
el poema –agua, viento largo,
 puente tendiendo el brazo–
se dirige a la orilla de los hombres.

He aquí, cielo fundido,
frondas donde un nuevo abecedario
abre sus ramas.
Cantas con los soldados,
ruedas en el cochecito de paja de los niños.

Trabajo, libertad conquistada,
saber que el poema es nuestro,
que todo cuanto hablamos viene del pueblo o al pueblo va,
palabra viva, abriéndose,
cerrándose alrededor del mundo.





Podéis adquirir el libro en vuestra librería habitual indicando el título, el nombre del autor y que lo distribuyen Elkar y Santos Ochoa.

Además, en el País Vasco y Navarra en las librerías del grupo Elkar

En Pamplona, en  Troas

En Logroño, en Santos Ochoa y Cerezo

En Soria, Santos Ochoa

Y por internet:

https://www.elkar.eus/es/liburu_fitxa/madrid-de-blas-de-otero-el/alvaro-ocariz-jose-andres/9788493664336

 http://www.santosochoa.es/el-madrid-de-blas-de-otero-9788493664336.html


 

¡Se podían haber quedado con los altos hornos!





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