miércoles, 9 de marzo de 2016

8 de marzo en EL CORREO









‘La Paloma’ se posa en Vitoria

José Andrés Álvaro Ocáriz presenta hoy en la Casa de Cultura una biografía novelada con nuevos datos sobre Sebastián Iradier


VITORIA. José Andrés Álvaro Ocáriz pone su mirada en el compositor Sebastián Iradier, después de haber repasado las figuras de Gabriel Celaya, Antonio Tovar, Luis Mariano y el Gran Capitán. En su nuevo libro, el autor donostiarra repasa la vida del músico alavés, con motivo del 150 aniversario de su muerte –que se cumplió en diciembre–, tras una investigación directa sobre el personaje en ‘Sebastián Iradier. Si a tu ventana llega una paloma...’ (Desiré Ediciones).

Y es que quien firma esta biografía novelada, ha acudido a las fuentes mientras que otros «se han basado sobre todo en la obra de Pío Baroja, que era muy buen novelista pero no era historiador. No pretendía hacer historia y algunos lo han tomado como palabra de Dios, sin investigar más». Álvaro Ocáriz aprovecha también las páginas para incorporar la pieza de Baroja ‘La sonrisa de Iradier’, cuyos contenidos analiza a través
de una lectura crítica.

En la presentación de hoy, que se llevará a cabo a las 19.30 horas en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa, participará Álvaro Langarica, presidente de la Asociación Palomista Iradier de Álava (Apia). «Él va a hacer la introducción. Quiero agradecer a la Sociedad
Landázuri, que siempre me ha apoyado cuando he hecho alguna propuesta cultural», indica Álvaro Ocáriz y agrega que «habrá un ‘power point’ con diapositivas, vamos
a escuchar también la música de Iradier. Voy a explicar cómo se hace un libro sobre él: los problemas que ha habido, los hallazgos y demás».

«Rey de las fiestas»
En este sentido, el autor recoge la relación entre «el dramaturgo del Romanticismo, José Zorrilla, e Iradier. Puso música a muchos de sus poemas, y también el escritor hizo
letras para numerosas piezas del compositor alavés». Álvaro Ocáriz considera que su libro introduce a Sebastián Iradier en el mundo romántico, en el ambiente de las guerras
carlistas, así como aporta «los datos ciertos de personajes con los que se encontró», además de referencias de las creaciones del compositor de ‘La Paloma’ o ‘El Arreglito’ o un apéndice fotográfico, además de reproducciones de documentos relacionados con el gran músico natural de Lanciego «que fue el rey de las fiestas del Madrid del Romanticismo».

El escritor busca también reivindicar una figura olvidada por muchos. «No hay en Vitoria una calle de Sebastián Iradier. Hay una placa –llena de graffitis la última vez que la vi– en la casa donde murió y hubo un homenaje en el cementerio y pasó
sin pena y sin gloria. Se podía haber hecho una cosa maja por los 150 años, y no como a escondidas», lamenta Álvaro Ocáriz.

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