sábado, 19 de noviembre de 2022

Pío Baroja, en el Ateneo Guipuzcoano

Con motivo del 150 aniversario del nacimiento de Pío Baroja y del fallecimiento de Eugenio de Aviraneta he escrito, junto con mi esposa, el libro PÍO BAROJA, EL HOMBRE QUE VINO DEL MAR.


Vamos a presentarlo el día uno de diciembre en San Sebastián, en la sede  del Ateneo Guipuzcoano (antiguo convento de Santa Teresa, calle Andereño Elvira Zipitria, 3, en la Parte Vieja)

El acto comenzará a las seis y media de la tarde y contaré con la ayuda de don Ángel García Ronda, Presidente de Honor del Ateneo.

Si alguien no puede acudir al acto y desea adquirir un ejemplar de la obra, puede ir  su librería habitual, indicar el título y que lo distribuye Elkar. 

Lo puede comprar en Amazon, tanto en formato libro como en formato libro de toda la vida.

En el País Vasco y Navarra, en las librerías del grupo Elkar.

Además, en San Sebastián,  en Hontza  y Lagun.


La prensa ha dicho sobre el libro:


El Diario Vasco, 18 de septiembre de 2021

 

«El Baroja que se enseña en los colegios es demasiado oscuro»

 

PÍO BAROJA, EL HOMBRE QUE VINO

DEL MAR

JOSÉ ANDRÉS ALVARO OCÁRIZ Y

MARÍA MERCEDES MARTE ABREU

Editorial: Desireé.

Páginas: 175.

Precio: 20 euros.

 

«Hay novelas de Baroja que son mucho más adecuadas que ‘El árbol de la ciencia’ para ser leídas por un escolar»

En 2022 se cumplirá el 150 aniversario de la muerte de Aviraneta y del nacimiento del novelista donostiarra.

José Andrés Alvaro Ocáriz reivindica en su nuevo libro, ‘Pío Baroja, el hombre que vino del mar’, la cara más amable y entretenida del novelista donostiarra.

 

BORJA OLAIZOLA. SAN SEBASTIÁN.

 

Huraño, oscuro y triste. Así es como ven la mayoría de los alumnos a Pío Baroja cuando se acercan por primera vez a su obra en el colegio. El escritor donostiarra José Andrés Alvaro Ocáriz reivindica en su nuevo libro, ‘Pío Baroja, el hombre que vino del mar’, la cara más amable y entretenida del novelista en vísperas de la conmemoración el próximo año del 150 aniversario de su nacimiento. El también profesor se ha propuesto «acabar con esa leyenda de hombre triste y melancólico» que rodea a Baroja poniendo el foco en algunas de las obras en las que aparece como «una persona con un corazón sensible y brillante».

 Aunque la jubilación le ha retirado de las aulas, Alvaro Ocáriz mantiene viva su inquietud por la actividad docente. Prueba de ello es el último trabajo de su prolífica trayectoria como escritor, dedicado a Pío Baroja. «Es uno de los grandes novelistas del siglo pasado y tiene una obra que puede resultar muy atractiva para los chavales que empiezan a leer, pero los planes de estudios hacen que al final termine siendo un autor oscuro y triste para los más jóvenes», lamenta.

 Los responsables educativos, añade el escritor, escogieron hace décadas ‘El árbol de la ciencia’ como la obra más representativa de Baroja y desde entonces no se ha corregido lo que a su juicio es un enorme error. «Es un gran libro, pero es un libro que hay que leer cuando se tienen ya unos años porque a un chaval le resulta oscuro y no le dice nada. Les hacen leer ‘El árbol de la ciencia’ cuando Baroja tiene novelas de aventuras fantásticas como ‘Zalacaín el aventurero’ o ‘Las inquietudes de Shanti Andía’ que se adaptan mucho mejor al espíritu juvenil. Confrontar a un alumno que se aproxima por primera vez a Baroja con ‘El árbol de la ciencia’ es como hacer que alguien que empieza a aprender español tenga que leerse ‘El Quijote’».

 Abierto al mundo

 ‘Pío Baroja, el hombre que vino del mar’, surge así como una reivindicación del Baroja más ameno y también más alejado de los estereotipos. «Tradicionalmente se ha asociado su figura al individualismo y también a la tristeza y la melancolía. Cuando decimos que tal persona es ‘barojiana’ ya se le encasilla como encerrada en sí misma cuando lo que hace precisamente Baroja en sus novelas es abrirse al mundo».

 La principal seña de identidad del novelista, añade Alvaro Ocáriz, es la libertad. «Fue siempre un hombre muy libre que nunca llegó a comprometerse con ningún partido. La referencia al mar en el título se explica porque el mar es un espacio de libertad, un ámbito que Baroja introdujo en muchas de sus principales obras y también un elemento que le acompañó durante toda su vida aunque viviese alejado de la costa».

 El libro se estructura en tres partes. En la primera se puede leer una selección de textos no demasiado conocidos en los que Baroja aparece «con un corazón sensible y brillante». Alvaro Ocáriz ha recuperado el breve discurso que el novelista pronunció en 1935 cuando acudió a San Sebastián a inaugurar el busto que le había dedicado el escultor Victorio Macho.

 «Si se borra mi recuerdo y el busto permanece en su sitio, me contentaría con que la gente que lo contemplara en el porvenir supiera que el que sirvió de modelo a esta estatua era un hombre que tenía el entusiasmo por la verdad, el odio a la hipocresía y a la mentira y que, aunque dijera lo contrario en su tiempo, era un vasco que amaba entrañablemente a su país».

En esa primera parte se traza también un pequeño esbozo biográfico del novelista y se recuperan relatos como ‘Mari Beltza’, uno de los cuentos de ‘Vidas sombrías’, o ‘Elogio sentimental del acordeón’ y ‘Elogio de los viejos caballos del tiovivo’, incluidos ambos en ‘Paradox, rey’, además del conocido cuento ‘Angelus’.

 Entrevista

 El autor incluye además una entrevista que Josefina Carabias le hizo a Baroja poco después de su ingreso en la Real Academia de la Lengua y también lo que escribió el novelista en sus ‘Memorias’ con respecto a su forma de redactar:

 «Para mí, el ideal del estilo no es el casticismo, ni el adorno, ni la elocuencia; lo es, en cambio, la claridad, la precisión, la rapidez. Lo que se necesita es exactitud y claridad. Después, si se puede, elegancia. Pero lo primero, exactitud».

En la segunda parte del libro Alvaro Ocáriz hace un resumen novelado de ‘Memorias de un hombre de acción’, el ciclo de 22 novelas que Baroja escribió en torno a la figura de su antepasado, el conspirador y aventurero liberal Eugenio de Aviraneta.

«Habrá quien no comparta nuestra forma de condensar todas las novelas del ciclo, pero hemos intentado reflejar lo mejor de ellas para que quienes se acerquen a nuestras páginas se sientan luego tentados de dar el salto a la obra de Baroja», razona el escritor.

 La tercera y última parte del libro está dedicado a la poesía de Baroja, una faceta muy poco conocida del autor donostiarra.

 «Publicó su única obra de poesía, ‘Canciones del suburbio’, cuando estaba ya al final de su carrera literaria y tenía 71 años», precisa Alvaro Ocáriz.

 El propio Baroja escribe estas reflexiones sobre su obra en verso:

 «He comenzado a leer estos versos y no he comprendido si vale la pena publicarlos, aunque sea para un corto número de amigos. Me parecen todos ellos decadentes y, al mismo tiempo, defectuosos, productos de vejez y de neurastenia. Si yo supiera corregirlos (he intentado hacerlos, sin éxito) lo haría, pero no tengo norma clara para ello. Si intento mejorarlo, pierden su carácter y se hacen afectados y, si los dejo como están, quedan toscos. Este es el pequeño problema que no sé resolver».

 

 

Diario de Navarra, 7 de octubre de 2021

 

Un libro para combatir la imagen huraña de Pío Baroja

José Andrés Álvaro Ocáriz y María Mercedes Marte Abreu publican ‘Pío Baroja, el hombre que vino del mar’

 ION STEGMEIER Pamplona

 José Andrés Álvaro Ocáriz y María Mercedes Marte Abreu han escrito a cuatro manos Pío Baroja, el hombre que vino del mar,con el que el matrimonio afincado en Puente la Reina se propone combatir la imagen de hombre hosco y antisocial que se ha extendido sobre el autor.

“Queremos desvestir a Baroja de esa vestimenta de persona huraña e incluso desagradable que aún perdura en nuestros días, fruto de la imagen que se ha transmitido”, señala Álvaro Ocáriz.

 El 8 de febrero de 1872 fallecía Eugenio de Aviraneta y el 28 de diciembre del mismo año nacía Pío Baroja. Esa doble efeméride, los 150 años del fallecimiento de uno y del nacimiento del otro, están en el origen de la publicación.

 “Eugenio de Aviraneta fue un aventurero del siglo XIX, en torno a él Baroja va a tejer el entramado de Memorias de un hombre de acción y va a escribir la novela

que lleva por título Aviraneta o la vida de un conspirador”, explica Álvaro Ocáriz, “La vida de Aviraneta le va a llamar la atención y le va a llevar a crear este personaje novelesco que tiene una gran base histórica”, añade.

 José Andrés Álvaro Ocáriz está convencido de que si alguien ha terminado sus estudios y el único contacto que ha tenido con Baroja es a través de El árbol de la ciencia la visión que va a tener de él posiblemente sea la de un ser amargado. Por eso en la primera parte del libro reivindica junto a Marte Abreu “un Baroja sentimental, amable, distinto en suma de lo que nos ha transmitido la enseñanza oficial”, explica.

En la segunda parte han realizado un resumen novelado de Memorias de un hombre de acción.

“Hemos revitalizado un personaje que aparece en la obra, es una invitación a leer las 22 novelas que forman esta serie y por eso hemos creado este juego creativo”, apunta Álvaro Ocáriz.

 Por último, la tercera parte está dedicada a la vertiente poética de Baroja. “Baroja no era un simple versificador como afirmaban algunos, sino que es un poeta de la experiencia, va a plasmar en sus poemas la realidad que le rodea, con sus luces y sus sombras, sin dejarse llevar por arrebatos poéticos, sino mostrando la realidad tal y como es”, apunta.

 El título del mar hace referencia a un elemento de gran importancia en la vida de Baroja, según el coautor. “No solo desde el punto de vista temático, varias novelas y cuentos hacen referencia al mundo marino, sino por ese talante de búsqueda de la libertad que le dio a Baroja el haber nacido junto al mar; decía Celaya que haber nacido al lado del mar le hacía amar la libertad de un modo especial, eso mismo podemos decir de Pío Baroja”, añade.

 



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