domingo, 30 de noviembre de 2025

Florinda Chico, la actriz de la alegría


 

Hay rostros que pertenecen al paisaje emocional de un país. Florinda Chico es uno de ellos. Su mirada viva, su gesto generoso y su voz de acento inconfundible forman parte de una memoria compartida, la de una España que aprendió a reírse de sí misma tras décadas de solemnidad y silencio. Su nombre se asocia al humor popular, pero también a una forma de verdad interpretativa: detrás del estallido de carcajadas se adivinaba siempre una ternura esencial, la del pueblo que sobrevive gracias a su ingenio.

En las décadas centrales del siglo XX, cuando el teatro y el cine español buscaban un equilibrio entre la censura, el entretenimiento y la crítica velada, Florinda Chico encarnó la vitalidad femenina en su expresión más cotidiana. Fue la mujer de barrio, la vecina, la criada, la madre sufrida o la amiga parlanchina: tipos reconocibles y entrañables, pero siempre dotados de alma. Su arte residía en elevar esos personajes —a menudo secundarios en el guion— a la categoría de protagonistas morales. Con ella, lo doméstico adquiría relieve, y lo popular se convertía en espejo de una sociedad que cambiaba a la fuerza y a la risa.

La comicidad de Florinda Chico no era sólo un instrumento del espectáculo, sino también una forma de resistencia. En sus gestos hay un pulso de verdad, una mezcla de instinto y oficio que venía de la tradición del teatro de provincias, del sainete y la revista, de ese mundo itinerante donde los actores llevaban el arte en las manos y la vida en los baúles. De ahí venía ella: de la España que conocía el polvo de las carreteras y la humildad de los camerinos improvisados.

Cuando la televisión la hizo definitivamente famosa en los años setenta, el público ya la reconocía como “una de las suyas”. No era una actriz distante ni un ídolo inaccesible: era Florinda, la del desparpajo y la bondad, la que hablaba claro y hacía reír sin malicia. Su popularidad fue profunda, transversal y duradera. Y lo fue porque representaba con verdad a la gente común, a esa España que trabajaba, que se quejaba y que reía para no llorar.

Hoy, revisar su trayectoria es también revisar una parte de la historia cultural de nuestro país: los escenarios de posguerra, el auge de la comedia cinematográfica, la eclosión televisiva y el tránsito hacia una sociedad más abierta. La vida de Florinda Chico, en suma, es una biografía del humor español, pero también una lección sobre la dignidad del oficio y la fuerza de lo cotidiano.


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Florinda Chico fue mucho más que una actriz popular: fue el rostro de la alegría de un país. Desde los escenarios de provincias hasta las cámaras del cine y la televisión, encarnó con ternura y verdad a las mujeres de la vida real —madres, vecinas, amigas, confidentes—, esas que, con su humor y su fortaleza, sostienen el mundo sin reclamar protagonismo. Este libro recorre su vida y su obra con mirada amplia y afectuosa: desde sus primeros pasos en Don Benito hasta su consagración como una de las grandes intérpretes del costumbrismo español. A través de su filmografía, de los testimonios de quienes la conocieron y de un análisis de su arte natural y luminoso, se dibuja el retrato de una mujer que hizo del humor una forma de sabiduría. Florinda Chico pertenece a una generación de actores que, entre la censura y la esperanza, devolvieron al público la risa como consuelo y como espejo. Su legado, humilde y poderoso, sigue vivo en la memoria colectiva: cada vez que su voz suena en una reposición, cada vez que una carcajada limpia atraviesa el tiempo. Este libro —a medio camino entre la biografía, el ensayo y el homenaje— celebra la verdad sencilla de una actriz irrepetible, que supo hacer de la vida cotidiana un acto de arte.


viernes, 21 de noviembre de 2025

18 de diciembre, Antonio Machado en Pamplona

El 18 de diciembre daré una charla sobre Antonio Machado con motivo del 150 aniversario de su nacimiento.

Llevaré también ejemplares de mi libro sobre Machado. 


 


Quienes no puedan asistir, ya saben que lo pueden adquirir en  Amazon.

sábado, 15 de noviembre de 2025

Diego de Almagro en You Tube


 

https://youtu.be/T7tbh1z2Lu8

Este es el enlace de YuoTube donde se puede ver el video sobre el libro.

Se puede adquirir en Amazon.


En Almagro noticias

 

https://almagronoticias.com/diego-de-almagro-renace-550-anos-despues/

“Una nueva luz sobre Diego de Almagro: el 550 aniversario de su nacimiento inspira un libro que rescata la figura más trágica y olvidada de la conquista del Perú” José Andrés Álvaro Ocáriz publica “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador”, la obra que reivindica la figura del insigne almagreño en el 550 aniversario de su nacimiento

PorAlmagroNoticias

15 de noviembre de 2025




Con motivo del 550 aniversario del nacimiento de Diego de Almagro, una de las figuras esenciales —y, paradójicamente, más oscurecidas— de la conquista del Perú, el escritor José Andrés Álvaro Ocáriz presenta su nueva obra: “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador”. El libro, ya disponible, reivindica la memoria del conquistador manchego y Adelantado de Chile, cuya vida estuvo marcada por una combinación de grandeza, lealtad y tragedia.

Una obra para comprender la otra cara de la conquista

A lo largo de sus páginas, Álvaro Ocáriz reconstruye con rigor y sensibilidad la trayectoria vital de Diego de Almagro, nacido hacia 1475 en la localidad manchega que lleva su nombre. Hijo de una familia humilde, el futuro conquistador encarnó a la perfección el espíritu de los hombres que, sin títulos ni privilegios, vieron en las Indias la posibilidad de forjar un destino distinto.

La obra subraya el papel fundamental que Almagro desempeñó en la empresa conquistadora junto a Francisco Pizarro y Hernando de Luque. Aunque la posteridad haya otorgado a Pizarro un protagonismo indiscutido, el autor recuerda que sin los recursos, el empeño y el compromiso de Almagro, la conquista del Perú podría haber tenido un desenlace muy distinto.

El libro rememora su participación decisiva en los momentos clave de aquella epopeya, su nombramiento como gobernador de Nueva Toledo y su arriesgada —y legendaria— expedición hacia Chile, una de las travesías más duras y desoladoras de la historia de la exploración en América.

La lectura conduce al lector hacia el conflicto inevitable con los Pizarro, las guerras civiles del Perú y la dramática ejecución de Almagro en Cuzco en 1538, un final que lo transformó en símbolo de resistencia y bandera de sus fieles, los llamados “almagristas”.

Lejos de construir un héroe sin fisuras, Álvaro Ocáriz propone una mirada compleja y profundamente humana: la del socio traicionado, la del explorador empujado por la ambición, la del guerrero vencido que, sin embargo, nunca renunció a su dignidad.

Un autor con una sólida trayectoria intelectual

José Andrés Álvaro Ocáriz, natural de San Sebastián, cuenta con una amplia formación académica en el ámbito de la Filología y una larga carrera docente en Aragón, Cataluña, Navarra y País Vasco. Además de haber desempeñado diversas responsabilidades en el Departamento de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, ha publicado numerosas obras históricas y literarias, participado como jurado en premios de prestigio y ofrecido más de trescientas cincuenta conferencias y recitales poéticos tanto en España como en el extranjero.

Su prolífica producción incluye títulos dedicados a figuras esenciales de la historia, la literatura y la cultura españolas, como El Gran Capitán (2015), Vasco Núñez de Balboa (2019), Pío Baroja, el hombre que vino del mar (2021), Miguel Hernández, la voz truncada (2022), Sandor Petőfi, el poeta que murió por la libertad (2022), Presencia vasca en la Armada española (2023), El exilio navarro en América (2023) o Dionisio Ridruejo, un soriano en el corazón del Estado (2025), entre otros.

Su nuevo libro se integra en esa línea de recuperación histórica rigurosa y divulgativa.

Una obra con vocación solidaria

El proyecto tiene, además, un propósito profundamente humano: los beneficios derivados de la venta del libro se destinarán íntegramente al tratamiento de una niña de cuatro años que padece duplicidad del cromosoma 22, una enfermedad rara asociada a importantes dificultades en el desarrollo y la adquisición del lenguaje. El autor convierte así la memoria de un hombre marcado por la adversidad en un gesto de esperanza y apoyo hacia quienes hoy enfrentan sus propias batallas.

Disponibilidad

El libro “Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador” ya está disponible para su adquisición a través de Amazon

sábado, 1 de noviembre de 2025

Diego de Almagro, el destino trágico de un conquistador



 
Este año se cumplen 550 del nacimiento de Diego de Almagro. Por ello, le he dedicado este libro.


La Historia, en su vasto tejido de memorias y silencios, suele privilegiar a unos pocos nombres que se convierten en símbolos de épocas enteras. Así ha ocurrido con la conquista del Perú, donde la figura de Francisco Pizarro ha alcanzado la condición de arquetipo, dejando en penumbra a quienes compartieron con él las fatigas y los triunfos de la empresa. Entre esos hombres, ninguno resulta tan significativo, y al mismo tiempo tan olvidado, como Diego de Almagro, “el Viejo”, cuyo destino estuvo marcado por la grandeza y la desgracia en igual medida.

Diego de Almagro nació hacia 1475 en la localidad manchega del mismo nombre, en el seno de una familia modesta. Esa circunstancia marcaría de algún modo su existencia: la necesidad de abrirse camino sin más apoyo que su esfuerzo, su coraje y su voluntad indomable. Como tantos otros hombres de su tiempo, vio en las Indias una promesa de redención y fortuna. La aventura ultramarina ofrecía a quienes no tenían títulos ni herencias la posibilidad de forjarse un nombre y Almagro se aferró a esa esperanza.

Su camino le condujo pronto a la isla La Española y más tarde a Panamá, donde conoció a Francisco Pizarro y Hernando de Luque. Entre ellos formó la sociedad que aspiraba a la conquista del Perú, un reino del que llegaban rumores de riquezas incalculables. La alianza de estos tres hombres fue el germen de una de las gestas más trascendentales de la expansión española en América. Sin embargo, el pacto estaba destinado a tensiones irreconciliables: diferentes temperamentos, distintas ambiciones y, sobre todo, desigual fortuna, acabarían por resquebrajar la empresa común.

Diego de Almagro aportó a la sociedad algo fundamental: recursos, empeño y un compromiso sin reservas con la aventura. Pizarro era la voluntad inflexible; Luque, el respaldo financiero y eclesiástico; pero Almagro fue el socio necesario que sostuvo la empresa en sus momentos más precarios. El nombre de Almagro figura en los momentos cruciales de aquella epopeya, aunque las crónicas posteriores lo relegaran a un papel secundario.

Sin embargo, su destino no se agotó en el Perú. A él correspondió la gobernación de Nueva Toledo, cuya jurisdicción le empujó hacia el Sur en busca de nuevas tierras. La expedición a Chile constituye uno de los episodios más dramáticos de su vida: meses de penurias, hambre y desolación a través de los desiertos de Atacama y las alturas andinas, para hallar un territorio agreste y esquivo, muy distinto de las promesas de oro que le habían impulsado. La empresa fue un fracaso material, pero un testimonio de resistencia que todavía hoy impresiona.

Cuando regresó a Cuzco, cansado y desengañado, Almagro se encontró en el centro de un conflicto inevitable: la disputa con los Pizarro por la posesión de la capital incaica. Aquella rivalidad, que había germinado en los albores de la conquista, se desató con violencia en las llamadas “Guerras Civiles del Perú”. De socio leal, Almagro pasó a ser enemigo declarado; de conquistador triunfante, se convirtió en prisionero. Y, finalmente, en 1538, tras la derrota en la batalla de las Salinas, fue ejecutado en e Cuzco, en medio de súplicas por la vida que no conmovieron a sus adversarios.

El fin de Diego de Almagro fue trágico, pero no silencioso. Sus partidarios, los “almagristas”, continuaron su causa bajo la figura de su hijo, Diego de Almagro “el Mozo”, prolongando la lucha contra los Pizarro y dejando en la memoria de la época una huella de fidelidad y de rebeldía. Así, su muerte no borró su nombre: lo convirtió en bandera de resistencia, en símbolo de los que no se resignaban a quedar bajo la hegemonía de una sola familia.

¿Por qué recordar hoy a Diego de Almagro? Porque en él se refleja, con crudeza, la otra cara de la conquista: la del hombre que, pese a haber compartido la gloria de los grandes triunfos, acabó en la derrota y el olvido. Su figura nos obliga a mirar la epopeya no sólo como relato de victorias, sino también como drama humano, tejido de alianzas quebradas, pasiones desbordadas y ambiciones desmedidas. Almagro encarna la condición del conquistador sin herencia, del hombre que buscó en las Indias lo que el Viejo Mundo le había negado y que, al final, halló en aquellas tierras no riqueza ni honor duradero, sino soledad y muerte.

Este libro no pretende levantar un monumento sin grietas, ni hacer de Almagro un héroe sin tacha. Pretende, más bien, rescatar su memoria del rincón de las sombras donde suele quedar relegada y ofrecer al lector la posibilidad de contemplar la conquista desde una perspectiva distinta: la del socio traicionado, la del explorador incansable, la del adversario vencido. Porque la historia de América, en toda su complejidad, no puede comprenderse únicamente desde el relato de los vencedores.

Invito al lector a adentrarse en estas páginas con la conciencia de que la vida de Diego de Almagro no es sólo la crónica de un conquistador, sino también la parábola de una época. Una parábola donde el sueño de grandeza y la dureza del destino se entrelazan y donde la búsqueda de gloria se confunde, inevitablemente, con la tragedia.





Se puede adquirir en Amazon

jueves, 30 de octubre de 2025

5 de noviembre en Pamplona


 El cinco de  noviembre a las siete de la tarde presentaré en el Ateneo Navarro el libro que he escrito con motivo del centenario del poeta Jon Mirande.

La conferencia será en euskera.

El libro se puede adquirir en Amazon. También en librerías, donde lo distribuye Elkar.

17 de octubre en Madrid


 El 17 de octubre presentamos este libro en Madrid.

Hacía dos años que no iba a Madrid. Qué caros se han puesto los hoteles.

El libro se puede adquirir en Amazon.

viernes, 26 de septiembre de 2025

El Empecinado en Pío Baroja

 



El nombre de Juan Martín Díez, conocido en la historia como el Empecinado, resuena en la memoria colectiva como uno de los símbolos más firmes de la resistencia popular frente a la invasión napoleónica. Hijo de un humilde campesino de Castrillo de Duero, soldado hecho a fuerza de necesidad y coraje, este hombre de origen modesto se convirtió en leyenda por la obstinación con que combatió al invasor y por la singular coherencia con que defendió sus convicciones, incluso cuando ello lo llevó a la desgracia final. Su figura, áspera y magnética, ha atraído la atención de historiadores, novelistas y ensayistas, que han visto en él no solo al guerrillero indomable, sino al emblema de una España viva y rebelde.

Entre quienes se ocuparon de su memoria, ocupa un lugar singular Pío Baroja. El escritor vasco, miembro destacado de la Generación del 98, no se acercó al Empecinado desde el punto de vista del historiador profesional, sino desde la sensibilidad del narrador y del ensayista que busca, en las vidas pretéritas, reflejos de su propia visión del país. La España que Baroja recorre en sus libros —contradictoria, desgarrada, heroica y a la vez trágica— encuentra en la figura del guerrillero castellano un espejo de sus tensiones y de sus grandezas.

Baroja fue un escritor fascinado por los hombres de acción, por las existencias intensas que condensan en su biografía el pulso de una época. Entre sus páginas aparecen guerrilleros, aventureros, conspiradores, forajidos y caudillos populares, a quienes otorga una dimensión literaria que trasciende lo puramente anecdótico. El Empecinado, con su obstinación y su destino, no podía faltar en ese panteón barojiano. Pero lo interesante no es solo la atención que Baroja le presta, sino la manera en que lo presenta: con una mezcla de admiración, distancia crítica y ese tono sobrio, despojado de retórica, que caracteriza su estilo.

El presente libro, al reunir los textos en que Baroja habla del Empecinado, cumple una doble función. Por un lado, rescata del conjunto de la vasta obra barojiana aquellos fragmentos en que la memoria del guerrillero castellano aparece viva, ya sea en novelas, ensayos o evocaciones históricas. Por otro, invita al lector a contemplar cómo la mirada de un escritor del 98 —escéptico, desengañado, pero sensible a la energía vital— dialoga con un héroe de la Guerra de la Independencia, cargado de romanticismo y de dramatismo.

Esta confluencia no es casual. Baroja, que tantas veces diagnosticó las flaquezas de España, también supo reconocer sus momentos de grandeza, aquellos en que la voluntad popular se alzó contra fuerzas aparentemente invencibles. En el Empecinado vio algo más que a un guerrillero: percibió la encarnación de una tenacidad colectiva, de una dignidad que no se resigna a la derrota. Pero, fiel a su estilo, no lo mitificó ni lo convirtió en estatua marmórea; lo retrató en su condición humana, con sus luces y sombras, como hombre rudo, testarudo y leal, víctima al final de la ingratitud política y de la violencia fratricida.

El lector hallará en estas páginas no un tratado exhaustivo ni una biografía completa, sino un mosaico de voces barojianas que, al referirse al Empecinado, nos revelan tanto del guerrillero como del propio Baroja. Es, en cierto modo, un doble retrato: el del héroe castellano y el del novelista que lo evoca desde su peculiar visión de la historia. Y es también una invitación a volver sobre la figura del Empecinado, a reconocer en él no sólo a un personaje del pasado, sino a un símbolo de la resistencia frente a la injusticia y la opresión, en cualquier tiempo y lugar.

La labor de rescatar y reunir estos textos tiene un valor especial. En una época en que la memoria histórica se fragmenta y se dispersa, disponer de un corpus que muestre la mirada de un gran escritor sobre un héroe nacional ofrece al lector una herramienta de reflexión y de goce literario. Quien se acerque a este volumen podrá no solo aprender algo más sobre el Empecinado, sino también redescubrir la prosa ágil, incisiva y honesta de Baroja, que sigue hablándonos con sorprendente actualidad.

Sea, pues, este libro un puente entre dos nombres ilustres de nuestra historia y de nuestra literatura. Que el ejemplo de Juan Martín Díez, convertido en emblema por su constancia y sacrificio, y la pluma de Pío Baroja, que supo dotar de sentido narrativo a la historia española, se encuentren aquí para el disfrute y la reflexión del lector. Y que, en el diálogo entre ambos, hallemos también un modo de pensar nuestro presente: con la memoria de los que lucharon, con la mirada crítica de los que escribieron, y con la conciencia de que la historia, como la literatura, es siempre una invitación a la libertad.


Se puede adquirir en Amazon.